CHEESECAKE DE CHOCOLATE BLANCO
El domingo fue el cumpleaños de mi hermano y, como no podía ser de otra forma, le hice su tarta de cumpleaños. Le di varias opciones para que fuera él quien eligiera la tarta que quisiera pero ya de antemano sabía que ésta tenía muchas posibilidades ya que es la mezcla de dos sabores que le encantan: la cheesecake y el chocolate blanco. Y efectivamente fue la que eligió.
La tarta fue muy bien recibida en mi casa, a todos les encantó y no podía desaprovechar la ocasión de compartirla con vosotros. La mezcla de sabores de la cheesecake con el chocolate blanco ha sido un éxito. Imaginad la textura de una cheesecake bien cremosa que mezcla por igual el sabor de la cheesecake con el del chocolate blanco hasta el punto de no estar seguro de cual es el que predomina. Este equilibrio de sabores es el que buscaba cuando pensé en la tarta y la verdad es que lo conseguí.
RECETA DE CHEESECAKE DE CHOCOLATE BLANCO
INGREDIENTES:
PARA LA BASE:
- 200 g de galletas tipo Tostada ( 1 paquete)
- 125 g de mantequilla
- 1 cucharadita de vainilla
- Conguitos blancos al gusto
PARA LA CREMA:
- 4 huevos
- 100 g de azúcar
- 500 g de queso Philadelphia
- 300 g de nata de repostería
- 250 g de chocolate blanco
PARA LA COBERTURA DE CHOCOLATE BLANCO:
- 200 ml de nata de repostería
- 250 g de chocolate blanco
- Conguitos blancos para decorar
PREPARACIÓN:
- Tritura las galletas con la ayuda de un procesador de alimentos (o, si no tienes, con un mortero).
- Calienta la mantequilla en el microondas hasta que se haya derretido.
- Mezcla el polvo de galletas con la mantequilla derretida y la vainilla hasta que se hayan integrado todos los ingredientes y tengas una masa homogénea.
- Coloca la pasta de galleta sobre la base de un molde desmontable que previamente habrás forrado bien por fuera con papel de aluminio.
- Aprieta la masa de galleta con un tenedor o una cuchara (lo que te resulte más sencillo) contra la base del molde y los bordes, asegurándote de que el resultado es una base bien compacta.
- Coloca los conguitos blancos sobre la base y apriétalos contra la pasta de galleta para que queden bien integrados.
7. Introduce el molde en el horno a 180ºC durante unos 10 minutos para que tu base de galleta se asiente y quede compacta, de modo que no se rompa al cortar la tarta. Los conguitos terminarán de adherirse a la base en este paso.
8. Calienta la nata en un cazo o en el microondas hasta que empiece a hervir. Añade entonces el chocolate y mézclalo bien hasta que el chocolate se haya derretido e integrado perfectamente con la nata. Reserva.
9. Bate ahora los huevos con el azúcar.
10. A continuación, añade el queso Philadelphia y la mezcla de nata y chocolate y bate hasta que tengas una crema homogénea.
11. Vierte la crema sobre la base de galleta en el molde desmontable y hornea al baño María durante 1 hora y media a 150ºC.
12. Pasado el tiempo de horneado, deja que la tarta alcance la temperatura ambiente y métela en la nevera durante al menos 4 horas (yo la hago por la noche y la dejo enfriando hasta el día siguiente).
13. Después de meter la tarta en la nevera, prepara la cobertura de chocolate blanco. Para ello harás lo mismo que has hecho al mezclar la nata con el chocolate blanco para la crema: calienta la nata en un cazo o en el microondas hasta que hierva y luego mézclala con el chocolate blanco hasta que éste se haya derretido y mezclado perfectamente con la nata. Deja reposar esta mezcla también las mismas horas que la tarta para que se enfríe pero a temperatura ambiente, no en la nevera.
14. Pasadas las 4 horas MÍNIMAS de enfriado, saca la tarta de la nevera y desmóldala. Cubre la tarta con el ganache de chocolate blanco y decora con conguitos blancos. Vuelve a meter en la nevera hasta la hora de servir.
TRUCOS Y CONSEJOS
- Asegúrate de que el molde está bien forrado por fuera con el papel de aluminio para que no entre agua al hornear la tarta al baño María. No tiene ningún riesgo, a mi nunca me ha entrado agua en el molde pero siempre me he asegurado de que estaba bien forrado.
- Forra el molde al principio, como te lo indico en los pasos de la preparación. Si esperas a forrarlo después de haber horneado la base de galleta porque piensas que en ese paso aún no hace falta y lo dejas para luego, es bastante probable que te quemes porque el molde estará caliente. Hazlo al principio y ya no tendrás que volver a preocuparte.
- No pasa nada si al colocar los conguitos en la base ves que alguno te ha quedado un poco suelto. Como luego vas a meter la base de galletas en el horno, el chocolate se derretirá un poco y se pegará por completo a la galleta.
- Cuando hagas la crema de queso de la tarta, integra el chocolate de la forma que te indico (ya mezclado con la nata). Si intentas derretirlo por separado es probable que algún trozo se solidifique al entrar en contacto con el resto de ingredientes fríos.
- No dejes la tarta más tiempo del indicado en el horno porque pienses que no está hecha. Terminará de asentarse en la nevera durante las horas de reposo. Si la dejas más tiempo en el horno se te secará.
- Como los tiempos de horneado pueden variar en los distintos hornos (en el horno de mi madre, que es sobrenaturalmente rápido, esta tarta se hace en una hora, cosa que no me había pasado en ningún otro horno), fíjate en la tarta mientras está en el horno. Se va a hinchar muchísimo durante el horneado y cuando llega al punto máximo de hinchazón (si la observas verás que llega a un punto en el que ya no crece más) es cuando se cumple el tiempo de horneado, que suele ser alrededor de la hora y media que he indicado.
Si os gustan el chocolate blanco o las cheesecake, éste es un postre para vosotros sin ninguna duda. En mi familia ha triunfado, así que os lo recomiendo sin ninguna duda.
El resultado es cremoso, dulce, chocolatoso y con una base crujiente con sorpresas de conguitos.
No os la perdáis!
Una tarta especial para un día especial. Gracias Cris