MAGDALENAS TRADICIONALES
Hoy vengo con una receta de las de toda la vida, un clásico que nunca falla y que nos gusta a todos: ¡magdalenas tradicionales! ¿Alguno de vosotros puede resistirse a una buena magdalena? Hiper esponjosas, jugosas y blanditas, con aroma a limón y aceite de oliva. ¡Os prometo que se deshacen en la boca de lo esponjosas que están!
Si os digo que esta receta lleva en mi lista de pendientes desde que empecé el blog muchos no os lo creeréis. Soy una fan incondicional de las magdalenas y los bizcochos tradicionales, de los que venden en los obradores y panaderías de pueblo, y quería que esta receta estuviera en mi blog. Desde los inicios, la incluyo cada vez que rehago mi lista de recetas pendientes pero, entre una cosa y otra, todavía no os la había enseñado. Gracias a Dios, Esther del blog Cocinando Sabores ha propuesto un reto bajo el hashtag #estosieslabuenamagdalena para que todo el que se quiera unir comparta hoy su receta de magdalenas tradicionales. Así que, por fin, aquí está la receta que tantas ganas tenía de publicar. ¿Queréis saber cómo la descubrí?
Cuando vivía en Estambul, antes de tener el blog, estuve una temporada con antojo de magdalenas pero, claro, en Turquía no había. Allí la repostería es muy diferente, como sabréis los que habéis ido allí de viaje. Está muy rica, pero no tiene nada que ver con la nuestra. Lo que no sabréis es que, en las panaderías de barrio y las cafeterías más innovadoras, hay intentos de repostería y bollería internacional. Y digo “intentos” porque, a pesar de que tienen buenísima pinta y de tener un aspecto muy logrado, son bastante desastrosos. Nunca entendí porqué, teniendo dulces tradicionales tan deliciosos, había gente comprando y comiendo mazacotes disfrazados de croissants, profiteroles, cookies… Siempre los miraba y me preguntaba si realmente les estarían gustando y, peor aún, si realmente pensaban que eran los auténticos.
El caso es que en pleno antojo de magdalenas, descubrí un sitio que tenía unas con muy buena pinta y decidí arriesgarme a comprarlos. Pese a mis anteriores experiencias con otros dulces (especialmente con croissants, a los que les di varias oportunidades) no sospeché del desastre que escondían esas magdalenas de aspecto inocente. Tenía tantas ganas de comer magdalenas y fue tal la decepción que, al llegar a casa, me puse a buscar recetas de magdalenas. Hice varias, y fui modificándolas hasta conseguir la receta que hoy os enseño. Para mi son perfectas, así que espero que os animéis a probarlas y que os gusten mucho.
RECETA DE MAGDALENAS TRADICIONALES
INGREDIENTES (PARA 12 MAGDALENAS):
- 2 huevos L
- 150 g de azúcar + azúcar para espolvorear
- 150 ml de aceite de oliva
- 100 ml de leche
- 250 g de harina
- 2 cucharaditas de levadura en polvo tipo Royal
- 1 pizca de sal
- ralladura de un limón
PREPARACIÓN:
- En primer lugar, bate los huevos con el azúcar durante unos 10 minutos a velocidad alta, hasta que la mezcla blanquee y triplique su volumen.
- A continuación, añade la sal, la ralladura de limón, la leche y el aceite y vuelve a batir.
- Por último, incorpora la harina y la levadura previamente tamizadas. Mezcla solamente con la ayuda de una espátula lo justo para que se integren bien.
- Tapa el bol con film transparente y deja reposar la masa en la nevera durante un par de horas.
- Cuando la masa esté bien fría, precalienta el horno a 250ºC.
- Coloca cápsulas de papel para en una bandeja para hornear magdalenas. Rellena cada una un poco más de 3/4 partes de su capacidad.
- Espolvorea un poco de azúcar sobre cada magdalena (al gusto).
- Hornea las magdalenas a 220ºC durante 15 minutos.
- Pasado el tiempo de horneado, saca tus magdalenas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla.
TRUCOS Y CONSEJOS
- El problema que mucha gente se encuentra cuando hace magdalenas es que le quedan planas y apelmazadas. Para evitar que pase esto es imprescindible batir muy bien los huevos con el azúcar. Yo incluso os recomendaría hacerlo con una batidora eléctrica de varillas, porque conseguir un batido perfecto a mano es muy cansado (os lo digo yo, que cuando hacía las magdalenas en mis inicios reposteriles no tenía batidora eléctrica). En este punto se le introduce aire a la masa y se crea la esponjosidad característica de las magdalenas.
- También es importante no sobrebatir la masa después de haber batido los huevos. Bate muy poquito al introducir la leche y el aceite. Y directamente no batas nada, solamente mezcla con la espátula, cuando añadas la harina.
- Otro gran truco es refrigerar la masa. Al enfriar la masa en la nevera e introducirla bien fría en el horno precalentado, conseguirás que la masa suba mucho más que si la metes a temperatura ambiente.
- La cantidad de azúcar que se espolvorea es al gusto. Yo le pongo poquita, lo justo para que queden un poquito crujientes por arriba. Podéis ponerle más si queréis que os quede el típico pegote de azúcar en la parte superior.
- Si queréis hacer las magdalenas para desayunar pero no queréis esperar tanto tiempo, podéis hacer la masa por la noche para poder hornearlas nada más levantaros y coméroslas recién hechas.
- Las que os sobren, podéis guardarlas para más adelante, si sois capaces de resistiros. ¡Duran bastantes días sin perder nada de esponjosidad!
¿Qué me decís? ¿Os han gustado? ¿Las vais a probar? Espero que os animéis y que me contéis. Yo os las recomiendo de corazón porque están buenísimas. Además, son mucho más sanas que las que venden en los supermercados, con muchos mas aditivos. ¡Lo bueno de la repostería tradicional es conservar las recetas de toda la vida!
Como siempre, os enseño el interior para que las veáis bien. Aunque os aseguro que no hay nada como probarlas. ¡Son tan esponjosas que parece que estén hechas de aire!
¡Muchos besos para todos y feliz semana!
Guau, qué pinta y qué fotos más bonitas!!! Increíble!!
Muchísimas gracias! Un abrazo!
Yo soy una de esas a las que nunca le salen las magdalenas. Probaré con tu receta porque me ha encantado. Te han salido con una pinta buenisima! Gracias por tus recetas.
Muchísimas gracias a ti por tus palabras. Espero que te animes a intentarlo con mi receta y que te gusten mucho. Ya verás como si sigues todos los trucos te salen una magdalenas super ricas y esponjosas. ¡Muchos besos!
Ayer las hice, no me pude resistir, y en casa nos han encantado!!! Tienen un sabor increíble y son super esponjosas!! Al hacerlas olía la casa que daba gusto. Muchas gracias por la receta, si ya era seguidora de tu blog, ahora soy incondicional.
Qué guay, qué ilusión!! Me alegro muchísimo de que las hayas probado y de que te hayan gustado tanto!! 🙂 Muchos muchos besos y gracias por confiar en mi receta por tus palabras!!
Si yo te contara lo que nos pasó a mi amiga Pilar y a mi con las magdalenas, te partes. Pero estas tienen una pinta irresistible, prometo repetir la experiencia utilizando tu receta. Ahhh las fotos son una pasada. TQM
Jajaja estoy deseando oir esa historia!! Muchas gracias, y si al final repites cuéntame qué tal! Muchos muchos besos 🙂
Tienen una pinta muy buena y ahora mismo me comería una. Qué ganas!!!!! Creo que este fin de semana las hago. Ya te contaré. Un besin.
Olé!! Qué bien!! Pues ya me contarás 🙂 Muchos besetes 🙂
Qué delicia de magdalenas!! Como dices nada como unas buenas magdalenas tradicionales! Yo también las tengo pendientes para el blog pero es que ya no damos a más! Las fotos te han quedado preciosas sobre la cama con esa bonita colcha y la luz entrando por el lateral, de verdad parece que vas a hacer un desayuno en la cama, aunque si fuese así estaría la cama sin hacer!! Jajaja
Muchos besos Cris.
¡Muchas gracias Lidia! Jajaja tienes toda la razón sobre lo de la cama deshecha, lo pensé pero tenía ganas de sacar la colcha jajaja. Así que para la próxima receta que fotografíe en la cama haré las fotos con la cama deshecha 😀
Muchos besos