Hoy vengo con mi última propuesta para el día de San Valentin. Ya faltan solo dos días y si alguno de vosotros sigue dándole vueltas a qué postre preparar para sorprender ese día, esta tarta es la candidata perfecta. A mí me ha sorprendido mucho no solo estéticamente sino por su sabor! Esta Red Velvet Cheesecake es suave, cremosa y con un sabor espectacular! Y además super fácil de hacer!!

Cuando pienso en hacer un dulce y me pongo manos a la obra me imagino cómo va ser su aspecto y me alegro mucho cuando sale como lo tenía dibujado en mi mente. Respecto al sabor, intento combinar ingredientes que me gustan o que pienso que combinan bien. Esta tarta me ha sorprendido muchísimo porque está mucho más buena de lo que nunca me habría podido imaginar!! He hecho muchas cheesecakes y por eso no imaginaba que el sabor de esta Red Velvet Cheesecake iba a ser TAN impresionante.

La idea surgió pensando en el concepto de red velvet. Aunque ya os había enseñado mis mini donuts red velvet, quería hacer algo más con este sabor porque me parece un acierto seguro para el día de los enamorados. Quería hacer algo fuera de lo común y fue entonces cuando vino a mi mente la idea de introducir el red velvet en una cheesecake. ¿Y si hiciera la base con galletas Oreo? ¿Y si en vez de la típica mermelada que recubre a los cheesecakes le pusiera buttercream de queso? La idea iba tomando cuerpo en mi mente y al final he obtenido un resultado delicioso que espero que os guste.

RECETA DE RED VELVET CHEESECAKE

INGREDIENTES (PARA UN MOLDE DE 18CM):

1.PARA LA BASE:

• 220 g de galletas Oreo
• 65 g de mantequilla
• 1 cucharadita de vainilla

2.PARA LA CREMA DE QUESO:

• 3 huevos L
• 150 g de azúcar
• 450 g de queso de untar tipo Philadelphia
• 350 ml de nata
• 1 y 1/2 cucharadita de vainilla
• 1 y 1/2 cucharada de cacao en polvo sin azúcar
• 1/2 cucharadita de colorante rojo en pasta

3.PARA EL BUTTERCREAM DE QUESO:

• 100 g de mantequilla sin sal
• 170 g de azúcar glass
• 100 g de queso de untar tipo Philadelphia
• 1/4 cucharadita de colorante rosa en pasta (opcional)

 

PREPARACIÓN:

1. En primer lugar, prepara la base de la tarta. Para ello, tritura las galletas Oreo y derrite la mantequilla en el microondas. A continuación, mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida y con la vainilla.
2. Coloca la mezcla en la base de un molde desmontable de 18cm y aplástala bien asegurándote de que todo el fondo está bien cubierto y la masa bien repartida.
3. Forra tu molde con papel de aluminio y hornea durante 5 minutos a 180ºC.
4. Mientras la base está en el horno, prepara la crema de queso de la tarta. Empieza batiendo los huevos con el azúcar hasta conseguir una mezcla esponjosa.
5. A continuación, añade el resto de ingredientes en este orden: vainilla, queso de untar, nata, cacao en polvo y colorante. Añádelos uno a uno y bate tras cada incorporación.
6. Vierte la crema de queso sobre la base de la tarta y hornea al baño María con el molde forrado de papel de aluminio a 150ºC durante 1 hora y 20 minutos.
7. Una vez horneada la tarta, déjala enfriar a temperatura ambiente y finalmente métela en la nevera durante al menos 4 horas (a mi me gusta dejarla en la nevera toda la noche porque se acentúan más los sabores).
8. Pasado el tiempo de refrigerado, desmolda la cheesecake con cuidado, pasándole primero un cuchillo por los bordes para evitar que se pegue y se rompa al abrir el molde.
9. Ahora prepara el buttercream de queso. Para ello, bate la mantequilla fría durante un par de minutos.
10. A continuación, añade el azúcar glass y vuelve a batir.
11. Incorpora el queso de untar y mezcla lo justo para que se integre bien.
12. Por último, añade la vainilla y, si quieres, el colorante rosa y mezcla bien hasta que el color sea uniforme.
13. Introduce el buttercream en una manga pastelera con tu boquilla preferida y decora la parte superior de tu tarta. Si quieres hacer una decoración como la mía deberás utilizar la boquilla 1M de Wilton.
14. Refrigera hasta el momento de servir.

TRUCOS Y CONSEJOS:

• Es muy importante que hornees la tarta al baño María. Yo hago así todas las cheesecakes porque es la forma de conseguir una superficie lisa, sin grietas ni hendiduras.
• Asegúrate de que tu molde está bien forrado con papel de aluminio porque, al ser un molde desmontable, podría entrarle agua si no lo forras. Yo lo forro siempre al principio, antes de hornear la base, porque si esperas a forrarlo en el momento de hornear la crema de queso el molde estará caliente tras haber horneado la base y podrías quemarte.
• Te recomiendo dejar la tarta en la nevera durante toda una noche porque eso hará que la tarta esté más rica pero si la haces con prisas respeta al menos las 4 horas mínimas de refrigerado.

 

Os puedo asegurar que el resultado es espectacular. La tarta es hiper cremosa y tiene un sabor suave y muy especial.

Y la combinación de la crema de queso de la tarta con el buttercream de queso es mucho mejor de lo que me podía imaginar cuando pensé en hacer la tarta!! Si os gusta el queso Philadelphia tanto como a mí no podéis dejar pasar más tiempo sin probar esta cheesecake!!

Feliz fin de semana, espero que os animéis a hacer esta tarta el domingo porque no solo sorprenderéis a quien se la hagáis sino que os sorprenderéis vosotros mismos!

Besos para todos!!