Hoy vengo con una receta super fácil, vistosa y rica. Vamos, una receta de las que hay que tener siempre a mano porque nos pueden sacar de más de un apuro. Si tenéis que preparar un postre para una comida o cena, o simplemente tenéis antojo de algo dulce, esta receta es justo lo que necesitáis. Y si además os digo que es súper refrescante, nada pesada, admite miles de variantes y no necesita horno, estaréis de acuerdo conmigo en que es la receta perfecta para el verano.

¿Qué es un trifle? Os habréis preguntado muchos al ver el título de la receta. Pues un trifle es un postre inglés que se caracteriza por alternar tres capas de ingredientes: una primera capa de bizcocho, galleta, trozos de magdalenas o similar; una segunda capa de fruta (natural, en almíbar, confitada, mermelada…); y una tercera capa cremosa que puede ser de nata, crema, curd, natillas, mousse… Yo he elegido barquillos de helado para la primera capa, aprovechando la llegada del verano; melocotón y arándanos para la segunda capa; y una crema de chocolate blanco para la tercera capa. Todo ello da como resultado un postre delicioso y refrescante que no deja indiferente a nadie.

El trifle suele presentarse en recipientes transparentes, de modo que puedan verse todos los ingredientes. Esto hace que quede un postre muy vistoso y con muchas posibilidades. Así podéis jugar, no sólo con la combinación de sabores, sino también con los colores. Yo he elegido presentarlo en copas individuales pero también es muy típico en la repostería anglosajona hacerlo en recipientes grandes, con forma de copas gigantes, como si se tratara de una tarta. ¿Queréis ver la receta?

RECETA DE TRIFLE DE MELOCOTÓN, ARÁNDANOS Y CHOCOLATE BLANCO

INGREDIENTES (PARA 6 COPAS):

• 400 ml de nata de repostería (con un 35% de M.G.)
• 120 g de chocolate blanco
• 50 g de azúcar glass
• 6 conos de helado
• 3 melocotones
• 100 g de arándanos

 

PREPARACIÓN:

1. Trocea el chocolate blanco y colócalo en un bol o recipiente resistente al calor.
2. Mientras tanto, calienta la nata en un cazo o en el microondas hasta que empiece a hervir.
3. Cuando la nata esté caliente, viértela sobre el chocolate blanco, espera unos segundos, y empieza a remover hasta que el chocolate se haya deshecho y consigas una mezcla homogénea y cremosa.
4. Refrigera un mínimo de dos horas hasta que la mezcla esté bien fría.
5. Una vez se haya enfriado, monta la crema con una batidora de varillas a máxima potencia. Cuando empiece a montarse, añade el azúcar glas tamizada para ayudar en el proceso.
6. Trocea los barquillos y los melocotones y coloca los ingredientes en vasos o copas alternándolos. Yo he colocado primero los barquillos, después la fruta y después la crema de chocolate blanco y he repetido el orden dos veces, terminando de nuevo con más fruta y barquillos para que el resultado sea más vistoso.
7. Refrigera hasta el momento de servir, ¡o cómetelos de inmediato!

 

TRUCOS Y CONSEJOS:

• Para montar la crema de chocolate blanco, es importante que, tanto la crema, como el recipiente y las varillas estén bien frías. Así evitarás que la nata se corte y conseguirás que monte antes.

 

Es un postre muy sorprendente y con muchas posibilidades. Personalmente, me gustan mucho los postres en copas o vasitos, quedan muy bonitos y son muy prácticos a la hora de preparar postre para mucha gente.

Espero que lo probéis y que lo adaptéis a vuestros gustos utilizando vuestras frutas y sabores preferidos. Yo he aprovechado las ganas que tenía de hacer un trifle para el blog y he utilizado los ingredientes del reto alfabeto dulce de este mes: las obleas y el melocotón. Espero que os haya gustado.

Muchos besos!