TURRÓN DE CHOCOLATE BLANCO CON PRALINÉ DE AVELLANAS CARAMELIZADAS

Falta una semana para Navidad y en nuestras casas no pueden faltar los dulces navideños. En estos días todos comemos infinidad de dulces pero si hay uno común en todas las casas durante estas fechas, ese es el turrón. Es imposible concebir una comida de Navidad sin turrón. Hay tantos sabores diferentes que abarcan todos los gustos. Y siendo el turrón un dulce tan simbólico, no podía dejar pasar la oportunidad de hacer uno propio.

Mis objetivos eran claros: mi turrón tenía que llevar chocolate y, puestos a elegir, chocolate blanco, ya que es el que menos aparece en los dulces navideños y quería hacerlo más presente en la mesa. Además, quería que supiera a turrón. Podéis pensar que esta condición es muy obvia pero en realidad no lo es tanto. Últimamente aparecen en los supermercados turrones de todo tipo, turrones muy innovadores, muchos de ellos deliciosos y otros no tanto, pero que más parecen una tableta de chocolate que una de turrón. Mi receta de turrón tenía que saber a Navidad. Y es así como ha nacido este turrón de chocolate blanco con praliné de avellanas caramelizadas. Sí, caramelizadas. Y sí, está TAN bueno que no sé como no lo ha comercializado ya ninguna marca.

RECETA DE TURRÓN DE CHOCOLATE BLANCO CON PRALINÉ DE AVELLANAS CARAMELIZADAS

INGREDIENTES (PARA UNA TABLETA DE TURRÓN):

400 g de chocolate blanco
100 g de avellanas
100 g de azúcar
50 g de mantequilla
1 cucharada de agua
2 cucharadas de leche
2 cucharaditas de aceite vegetal

PREPARACIÓN:

Vierte el azúcar y la cucharada de agua en un cazo y remueve hasta que se empiece a formar caramelo. En ese momento añade las avellanas y sigue removiendo hasta que la mezcla tenga color de caramelo oscuro.
Vierte las avellanas caramelizadas sobre un papel de horno y déjalas enfriar durante al menos 20 minutos.
Mientras pasa el tiempo de enfriado de las avellanas, aprovecha para preparar el molde. Para ello, derrite 60 g de chocolate blanco al baño María o al microondas (en este último caso hazlo en pequeños intervalos de tiempo para evitar que se te queme).
Añade una cucharadita de aceite vegetal para diluir un poco más el chocolate y mezcla bien.
Vierte el chocolate en el molde de turrón y extiéndelo bien asegurándote de que la base y los laterales están completamente cubiertos.
Introduce en la nevera durante al menos 5 minutos.
Ahora es el momento de volver a las avellanas caramelizadas. Para hacer el praliné, tritúralas en un procesador de alimentos hasta conseguir un polvo muy fino.
Derrite 300 g de chocolate blanco al baño María o al microondas y mézclalo con el praliné, la mantequilla y la leche.
Vierte la mezcla en el molde sobre el chocolate, que ya se habrá endurecido, y déjalo reposar durante dos horas en la nevera.
Pasado ese tiempo, derrite el resto del chocolate (los 40 g restantes) al baño María o en el microondas, mézclalo con una cucharadita de aceite vegetal para que sea más líquido y fácil de manejar, y extiéndelo sobre el chocolate con praliné cubriéndolo muy bien y asegurándote de cubrir bien las esquinas del molde.
Deja que se enfríe durante 15 minutos y tendrás listo el turrón. Una vez pasado el tiempo de enfriado, el turrón puede estar fuera de la nevera, solamente es necesario refrigerarlo para que el chocolate se endurezca antes.

TRUCOS Y CONSEJOS

Es muy importante que viertas las avellanas en el cazo con el caramelo cuando éste se empiece a formar. No esperes a que se haya formado pues luego se te podría quemar durante el tiempo de caramelización de las avellanas.
Cuando retires las avellanas caramelizadas del fuego, viértelas sobre un papel de horno como te he indicado porque tiene propiedades antiadherentes. Si las dejas en el cazo o las viertes sobre un plato, un bol o cualquier otro recipiente, se te quedarán pegadas y será muy difícil despegarlas.
Si sigues el orden en los pasos que te indico, no tendrás ningún problema con los tiempos de enfriado y no tendrás que esperar, pues mientras se enfrían los ingredientes, estarás aprovechando el tiempo para hacer el siguiente paso.
Si te gusta que la tableta se vea completamente blanca, necesitarás utilizar más chocolate para cubrir el molde. A mí me gusta que se intuya el relleno, por eso he utilizado estas cantidades.
Yo he utilizado un molde de turrón de silicona. También los hay metálicos pero a mí me gustan más los de silicona. Si no tienes molde de turrón y no te lo quieres comprar, puedes utilizar un molde de bizcocho tipo plum cake (los rectangulares) y rellenas solo una parte o cortar longitudinalmente un cartón de leche y usarlo como molde.
El detalle de mezclar el chocolate exterior con aceite vegetal es opcional. Si no queréis hacerlo, podéis hacer perfectamente la receta sin utilizar el aceite pero yo lo utilizo para diluir el chocolate y que sea más fácil extenderlo. Además, como la proporción es tan pequeña, no afecta ni lo más mínimo al sabor ni a la consistencia final.